Sé que me necesitas porque tu silencio me lo dice todo. Nuevamente tú me das la lección de lo frágil que puede ser la vida y sin embargo te muestras tan firme y entera que alcanza para las dos. Tu mirada me asalta desde la lejanía y continuas diciéndome lo cerca que estas de mí.
Tú, valiente mujer que desenmascaras la muerte con tanta crudeza, que tomas lo efímero de la existencia misma y lo haces parte de tu piel.
Tú, alma deseosa de grandeza te ofrezco mi humilde llanto que te grita una caricia en tu pelo mientras te quedas dormida.
Aquí estoy mi dulce niña, desde la distancia despido contigo a ese Ser que pudo ser pero que no fue ahora. Aquí estoy, desde la distancia para secar tu silencio y decirte la palabra que ojalá te anime. Aquí estoy con mi fragilidad pues tu haces que la sienta en mi piel… jamás me sentí tan vulnerable y triste como cuando me reflejo en tu tristeza; jamás me sentí mas fuerte como cuando tú, decidida y serena, puedes esperar la luz del sol después de una fría y oscura noche. Gracias por tu Ser cerca de mi.
Tú, valiente mujer que desenmascaras la muerte con tanta crudeza, que tomas lo efímero de la existencia misma y lo haces parte de tu piel.
Tú, alma deseosa de grandeza te ofrezco mi humilde llanto que te grita una caricia en tu pelo mientras te quedas dormida.
Aquí estoy mi dulce niña, desde la distancia despido contigo a ese Ser que pudo ser pero que no fue ahora. Aquí estoy, desde la distancia para secar tu silencio y decirte la palabra que ojalá te anime. Aquí estoy con mi fragilidad pues tu haces que la sienta en mi piel… jamás me sentí tan vulnerable y triste como cuando me reflejo en tu tristeza; jamás me sentí mas fuerte como cuando tú, decidida y serena, puedes esperar la luz del sol después de una fría y oscura noche. Gracias por tu Ser cerca de mi.