28 marzo 2006

Siento el peso del agua que cae, siento como la arena me sepulta y el oxigeno se hace cada vez más escaso. Los sonidos de una caída ensordecen mi mente y perturban el silencio que se creo por la esperanza. Es ruido que amarga las horas de sonrisas alegres mientras miraba el horizonte. Mi boca se cierra a las palabras recien nacidas que quieren llorar por primera vez. Tortura inexistente por la ausencia; ahora existe por la incomprensión de las horas, del espacio, de la nada.
Inmovil me quedo, y aqui estaré, inmovil ante tu imagen junto a la mia...