10 septiembre 2006

Aquí aprendí a ganarle la batalla a los fantasmas que se vinieron conmigo en la maleta.
Aquí saboree por primera vez lágrimas que secaron tan pronto caían en mis labios.
Aquí desnude mi propia envoltura volviendo a vestir con traje de seda aquel cuerpo casi devorado por la ilusión.
Aquí permanezco de pie ante el espejo de mi propia existencia… y sin embargo pensar que no estaré más en este lugar me hace desvanecer en medio de mi fragilidad...
… fragilidad que quiebra mi quietud aparente….
Mis pasos inevitablemente volverán de donde partieron y el vértigo de la vuelta me hace un hoyo en el pecho.
Angustia de un nuevo encuentro con una imagen hecha y ya deshilachada por el paso de los días ausentes.
Volver, aire, esquina, saludo, hojas en el suelo, sonrisa de una mirada, viaje…debo regresar.

Alguien sabe cómo puedo aferrarme a este cielo?

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nunca nada es para siempre, por eso disfrutar el momento y prepárarnos para volar.

Besos

11 septiembre, 2006 12:07  
Blogger V i l l a v i c e n c i o said...

Estimada Angélica: te invitamos a conocer y presentarle a tus congéneres el blog de nuestra Revista Descontexto (http://descontexto.blogspot.com), si es que llega a ser de tu agrado, claro está. Cariños y mucha suerte.

11 septiembre, 2006 19:12  
Blogger Andrés Asenjo Morosetti said...

No me canso de leer tus magicas palabras, que desgarran el lenguaje en busca de darnos un concepto idealizado de la experiencia y hacernos imaginar.

eres bella poeta!

12 septiembre, 2006 20:55  
Blogger Aristóteles said...

¡Solo el amor es para siempre! Aferrate a eso... lo demás, es paja.

Besos.

16 septiembre, 2006 18:06  

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