08 noviembre 2006



Estática, frente a mi propia mirada presiento un devenir incierto que me llena de arrebatados dolores. Me hieren las sonrisas sinceras que me rozan, que me llaman a la ternura de una suave caricia.
Impotencia de un grito que haga desaparecer mi pesar. Escabo mis propios pensamientos y los pincho con un alfiler para que lloren lágrimas de aire que me hagan volar por entre la podredumbre que me vigila.
Un paso que me aleja de un nucleo paciente y otro que me reclama por el equilibrio... no quiero volver a ser la misma...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No es necesario ser siempre el mismo, es más nunca lo somos.

Abrazos

09 noviembre, 2006 07:55  
Anonymous Anónimo said...

El amor sublimado saluda a la heroína que humanamente se duele. Pero... ¿No por haber tomado la senda de la Verdad desaparece de improviso la selva del dolor? Vamos menos inmersos en ella hasta rebasar su perímetro en la paz profunda. Celebremos en comunión el difícil presente mientras nos dirigimos corajudamente a un mejor destino. Y si más se suman: incomensurable se torna el valor de tus esfuerzos! Lee las páginas de tu libro sin dejar de escribir las nuevas líneas.

09 noviembre, 2006 12:50  

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