13 junio 2006

El sol sale por entre las nubes que delicadamente se posan en el firmamento.
Su calor me despierta y calienta.
Me despierto del profundo sueño de una batalla sangrienta.
Las piernas tiemblan por su nuevo estado erguido.
Dar el primer paso y sentir la debilidad de las lágrimas que resbalan aun.
Llorar para no perder la imagen inmortalizada de un silencio.
Golpea fuerte el vacio que revolotea por entre mi piel pidiendo abrigo.
Al rededor se levatan enormes torres de arena que lentamente se derrumban; gran esfuerzo por no volver a caer.
Detras mio cae gota a gota el manjar que alguna vez me alimentó en las entrañas de un deforme vientre.
Soy violentada por la desfachatez de la incredulidad. Caen mis rodillas y mis manos dejan sus huellas en la arena. De mi boca salen grandes sorbos de vida tomados para respirar.
Aun estoy viva y no logro saber cúal es la razón por la que el cielo se encarga de halarme hacia su firmamento mientras la tierra me clava clavos de acero forjado de lamentos.
Donde estoy?

1 Comments:

Blogger Santiago Paz said...

Holas!

espero no te moleste el hecho de que me haya metido a postear. Lo primero, se agradece el posteo hecho en mi blog y espero ver sus posteos más seguido.

Lo otro, es que el poema me gustó. Tiene un aire de hablar como si fuese de repente dos personas... es de pronto un niño recién nacido, como si saliera del vientre de la madre, y una mujer, que habla que ha sido violentada de una forma sexual. No se por qué me dio esa impresión. Pero, en sí, el poema es bueno. Tiene buen uso de lenguaje, ritmo que cambia abruptamente y eso es lo que da la esencia al poema...






beijos pra você




atte:
Santiago Paz

14 junio, 2006 19:36  

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