20 febrero 2008

Siente el alma inquietud del movimiento un poco forzado de un querer amar aferrándose a la idea de un comienzo que tal vez no debería suceder. Se cuestionan la razón y la prudencia ante el deseo de querer dar ese pedacito de certidumbre cultivada con delicadeza. Los momentos se vuelven anhelos verdaderos mientras agoniza lentamente, pero sin morir, la incertidumbre de saber si el tiempo tiene ganas de jugar y consigo traer una aventura real. Los pensamientos escondidos tras las sonrisas de aceptación desnudan brutalmente el intento y sin embargo la esperanza se disfraza de dignidad.
Al final de cada instante en donde los cuerpos se separan queda un vacío en algún lugar dentro del alma, vacío que no existía antes de que se sintiera, vacío que no quiere dejarse sentir, que se resiste a su propia existencia pero aun así se amarra a Aquel y se deja caer en medio de un océano de deducciones que apuntan a su suicidio definitivo.

Un encuentro inesperado espera tener forma en medio de un destino confuso y aun no sé si quiero acariciarlo hasta dormir.
Unos brazos me abrazan y su calor me asusta porque mi propio cuerpo ya tiene su tibieza.
Una imagen de mi misma se dibuja por espasmos en otra mente mientras ésta pelea fielmente por no dar muerte al recuerdo que le hace cantar una canción… y yo misma me reclamo por tanta benevolencia.
…construyo el primer ladrillo para formar la pared que separará un anhelo hecho deseo.

11 febrero 2008

No me pidas una mirada al horizonte con tu nombre
No me pidas la sonrisa cómplice de nuestro momento
No me pidas una estrella para que alumbre tu camino
No me pidas que sea tu excusa para que sigas en el fango donde estas.
- Qué puedo darte? -
Te doy mis silencios cuando tu miedo me asalte,
mi ausencia y mi compañía.
Mis palabras sueltas y sujetas a mí;
te doy una puerta para que la puedas abrir y cruzar tu mismo…y además un instante en mi pensamiento.
Sólo eso puedo darte…