26 abril 2008



La noche llora un poco de frío porque su presencia se convierte en ausencia mientras paseo por entre la multitud, en medio de una ciudad que se despierta junto a ti. El mundo imaginario que nos persigue se alimenta por separado y soñamos con encontrarnos en el faro de aquel parquecito solitario cuando tú tengas 97 y yo 91…

Tu cuerpo huesudo me grita en silencio y yo quiero hacerme oír tomándote del brazo mientras caminamos hablando del sinsentido de la seducción; se nos descuelgan las horas sin darnos cuenta queriendo perpetuar el abrazo y la sonrisa estática mientras tus manos están los bolsillos.

En mi cama, me acompañas en silencio, quietecito, escuchando el latir de un corazón y yo te abrazo a mi almohada regalándome un recuerdo de tu mirada silenciosa sobre mí cuando te miro de reojo.

No sé si es un empezar, no sé si es un seguir, no sé si fue un terminar, no sé… sólo sé que por eso, volví a escribir…

05 abril 2008

De nuevo el mal sabor del terminar...
De nuveo volver a empezar...
Vuelve otra vez la marejada insesante de olvidos.